Roger ha vuelto a cambiar su objetivo con el dinero que gane en ‘¡Ahora caigo!’. Ha decidido marcarse uno un poco más realista tras proponerse comprar un edificio y traerse un trozo de Nueva York a Villafranca del Penedés.
Ahora ha puesto su mirada en la megafonía de los trenes: quiere que su voz grave sea la que suene en los trenes cuando anuncian las paradas. Su idea va incluso más allá y es lo que ha terminado de conquistar a Arturo Valls. ¡Entra en el vídeo!